QUINTO DIA DE NOVENA
FECHA: 3/06/2025
CREDO
(Es el resumen de todo lo que hay que creer para salvarse)
CREO EN DIOS PADRE TODO PODEROSO, creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre Todo Poderoso; desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de los muertos, y la vida eterna, Amen.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amen
NOVENA AL DIVINO NIÑO JESUS
ORACION PARA TODOS LOS DIAS
(Est 13, 1s)
Señor Dios, Rey omnipotente; en tus manos están puestas todas las cosas. Si quieres salvar a tu pueblo nadie puede resistir a tu voluntad, Tú hiciste el cielo y la tierra y todo cuanto en ellos se contiene, Tu eres el dueño de todas las cosas. ¿Quién podrá pues, resistir a tu majestad? Señor, Dios de nuestros padres: ten misericordia de tu pueblo porque los enemigos del alma quieren perdernos y las dificultades que se nos presentan son muy grandes. Tu has dicho: “Pedid y se os dará. El que pide recibe. Todo lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo concederá. Pero pedid con fe”. Escucha pues nuestras oraciones. Perdona nuestras culpas. Aleja de nosotros los castigos que merecemos y haz que nuestro llanto se convierta en alegría, para que viviendo alabemos tu santo nombre y continuemos alabándolo eternamente en el cielo. Amén.
(Est 13, 1s)
Señor Dios, Rey omnipotente; en tus manos están puestas todas las cosas. Si quieres salvar a tu pueblo nadie puede resistir a tu voluntad, Tú hiciste el cielo y la tierra y todo cuanto en ellos se contiene, Tu eres el dueño de todas las cosas. ¿Quién podrá pues, resistir a tu majestad? Señor, Dios de nuestros padres: ten misericordia de tu pueblo porque los enemigos del alma quieren perdernos y las dificultades que se nos presentan son muy grandes. Tu has dicho: “Pedid y se os dará. El que pide recibe. Todo lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo concederá. Pero pedid con fe”. Escucha pues nuestras oraciones. Perdona nuestras culpas. Aleja de nosotros los castigos que merecemos y haz que nuestro llanto se convierta en alegría, para que viviendo alabemos tu santo nombre y continuemos alabándolo eternamente en el cielo. Amén.
ORACION A LA SANTISIMA VIRGEN
Acuérdate, oh piadosísima Virgen María, que jamás se ha oído decir que alguno de cuantos han acudido a tu protección e implorado tu socorro, haya sido abandonado de Ti. Animados por esta confianza, a ti acudimos, y aunque agobiados bajo el peso de nuestros pecados nos atrevemos a implorar tu favor, pues eres abogada de los pecadores y auxilio de los cristianos. No deseches, oh madre de Dios, nuestras humildes suplicas, mas bien, alcánzanos el perdón de nuestros pecados, luz y acierto para hacer una buena confesión de todos ellos, virtud para conservar siempre la gracia de Dios y con tu auxilio conseguir nuestra eterna salvación.Y, si conviene para el bien de nuestras almas, te pedimos los siguientes favores (cada uno pida las gracias que desea) y deseamos, que en todo se cumpla la voluntad de Dios. Amén.
Rezar Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
QUINTO DÍA
LOS MAGOS VISITAN AL NIÑO JESÚS
(Lectura del santo evangelio: Mateo 2)
Jesús nació en el pueblo de Belén. Entonces llegaron a la ciudad de Jerusalen unos magos y preguntaron: ¿Donde esta el Rey de los judíos que ha nacido? Pues en el Oriente vimos su estrella y hemos venido aquí para adorarlo. Cuando el rey Herodes supo de esto, se puso muy inquieto, y toda la gente de Jerusalén también. Entonces el rey llamo a todos los jefes de sacerdotes y les pregunto dónde iba a nacer el Cristo. Ellos le dijeron: “En Belén de Judá; porque el profeta lo escribió así: “Belén, de ti saldrá el Jefe de mi Pueblo. Entonces Herodes llamo en secreto a los magos, los mando a Belén y les dijo: "Vayan allá y averigüen bien respecto a ese niño; y cuando lo encuentren, avísenme, para que yo también vaya a adorarlo”. Los magos fueron, y entonces, la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que por fin se detuvo sobre el lugar donde estaba el Niño.Cuando los magos vieron la estrella, se alegraron mucho; y al entrar en la casa, vieron al Niño con María, su madre. Entonces se arrodillaron y adoraron al Niño. Luego abrieron sus cajas y le regalaron oro, incienso y mirra. Después, advertidos en sueños de que no debían volver a donde estaba Herodes, regresaron a su tierra por otro camino.
Palabra del Señor.
Ejemplo: El día en que el Niño Jesús llego a su nuevo Templo
El 27 de Julio del 1942 fue consagrado el nuevo templo del Niño Jesús en Bogotá. La consagración la hizo el más famoso prelado de la Nación en ese entonces, Monseñor Juan Manuel Gonzalez Arbeláez, arzobispo coadjutor de Bogotá. A las 8:30 de la mañana se celebró por última vez la santa misa en el antiguo cobertizo del campo y luego la inmensa multitud emprendió la procesión cantando y rezando, alrededor de la imagen del Divino Niño. Allí andaban juntos orando los ricos y los pobres, los conservadores y los liberales. Los principales señores de la ciudad se disputaban el honor de llevar por buenos ratos las andas donde iba la sagrada imagen. El Divino Infante con su túnica rosa, su ceñidor azul, sus brazos abiertos, y llevando junto a sus pies el lema: “YO REINARE”, recorría majestuoso las calles repletas de los devotos fervorosas. Parecía llevado, no en hombros humanos sino bogando sobre un mar de cabezas. La multitud lo vitoreaba y batía pañuelos a su paso. Los buses llegaban casi prendidos unos a otros. Las filas de automóviles eran interminables y entre tanto gentío no se notaba desorden alguno. Más de 60.000 devotos llegaron aquel día a tan apartado sitio del extremo de la ciudad. Era un espectáculo imponente y conmovedor. La mayor parte tuvo que contentarse con saludar la imagen del Divino Niño al verla pasar, porque al templo era casi imposible entrar. Su capacidad es para 3.000 personas y allí había 60.000.
La santa misa se transmitía por altoparlantes hacia la plaza y cuando un grupo de personas abandonaban el templo, una nueva y grande mareada humana llenaba de nuevo el sagrado recinto. Durante todas las horas del día fue continua la romería. La linda imagen del Niño Jesús recibía homenaje del pueblo bogotano que iba a postrarse a las plantas de su Rey para depositar allí la historia de sus pesares, contarle sus angustias, pedirle gracias y bendecirlo por sus continuos y formidables favores.
La prensa capitalina habló ampliamente de estas festividades y los devotos del Divino Niño volvieron a sus casas llenos de emoción y entusiasmo. Pero el que más alegría sintió fue el padre Juan que veía terminada la obra del templo al cual le había dedicado cuatro años de trabajo día por día y hora por hora. Esa noche antes de irse rendido al descanso, estampó un beso afectuoso a la sagrada imagen y le gritó lleno de emoción: “Gracias Niño Jesús” (El siempre empezaba y terminaba cada día dándole un beso a la estampita del Niño Jesús que llevaba en su libro de rezos)
El 27 de Julio del 1942 fue consagrado el nuevo templo del Niño Jesús en Bogotá. La consagración la hizo el más famoso prelado de la Nación en ese entonces, Monseñor Juan Manuel Gonzalez Arbeláez, arzobispo coadjutor de Bogotá. A las 8:30 de la mañana se celebró por última vez la santa misa en el antiguo cobertizo del campo y luego la inmensa multitud emprendió la procesión cantando y rezando, alrededor de la imagen del Divino Niño. Allí andaban juntos orando los ricos y los pobres, los conservadores y los liberales. Los principales señores de la ciudad se disputaban el honor de llevar por buenos ratos las andas donde iba la sagrada imagen. El Divino Infante con su túnica rosa, su ceñidor azul, sus brazos abiertos, y llevando junto a sus pies el lema: “YO REINARE”, recorría majestuoso las calles repletas de los devotos fervorosas. Parecía llevado, no en hombros humanos sino bogando sobre un mar de cabezas. La multitud lo vitoreaba y batía pañuelos a su paso. Los buses llegaban casi prendidos unos a otros. Las filas de automóviles eran interminables y entre tanto gentío no se notaba desorden alguno. Más de 60.000 devotos llegaron aquel día a tan apartado sitio del extremo de la ciudad. Era un espectáculo imponente y conmovedor. La mayor parte tuvo que contentarse con saludar la imagen del Divino Niño al verla pasar, porque al templo era casi imposible entrar. Su capacidad es para 3.000 personas y allí había 60.000.
La santa misa se transmitía por altoparlantes hacia la plaza y cuando un grupo de personas abandonaban el templo, una nueva y grande mareada humana llenaba de nuevo el sagrado recinto. Durante todas las horas del día fue continua la romería. La linda imagen del Niño Jesús recibía homenaje del pueblo bogotano que iba a postrarse a las plantas de su Rey para depositar allí la historia de sus pesares, contarle sus angustias, pedirle gracias y bendecirlo por sus continuos y formidables favores.
La prensa capitalina habló ampliamente de estas festividades y los devotos del Divino Niño volvieron a sus casas llenos de emoción y entusiasmo. Pero el que más alegría sintió fue el padre Juan que veía terminada la obra del templo al cual le había dedicado cuatro años de trabajo día por día y hora por hora. Esa noche antes de irse rendido al descanso, estampó un beso afectuoso a la sagrada imagen y le gritó lleno de emoción: “Gracias Niño Jesús” (El siempre empezaba y terminaba cada día dándole un beso a la estampita del Niño Jesús que llevaba en su libro de rezos)
PRÁCTICA: ENTRARÉ EN UN TEMPLO Y HARÉ UNA VISITA A JESÚS SACRAMENTADO
GOZOS
Oh Divino Niño
mi Dios y Señor
tu serás el dueño
de mi corazón
Niño amable del mi vida
consuelo de los cristianos
la gracia que necesito
pongo en tus divinas manos
Oh Divino Niño
mi Dios y Señor
tu serás el dueño
de mi corazón
Tu que sabes mis pesares
pues todos te los confió
da la paz a los turbados
y alivio al corazón mío
Oh Divino Niño
mi Dios y Señor
tu serás el dueño
de mi corazón
Y aunque tu amor no merezco
no recurriré a ti en vano
pues eres Hijo de Dios
y consuelo del cristiano
Oh Divino Niño…
Acuérdate o Niño Santo
que jamás se oyó decir
que alguno te haya implorado
sin tu auxilio recibir
Oh Divino Niño …
Por eso con fe y confianza
humildes y arrepentidos
llenos de amor y confianza
tu protección te pedimos
Oh Divino Niño
mi Dios y Señor
tu serás el dueño
de mi corazón
(Para todos los días)
Acuérdate oh dulcísimo Niño Jesús que has dicho: “Todo lo que queráis pedir, pedidlo por los méritos de mi infancia y nada os será negado”. Si queréis agradarme, confiad en mi. Si queréis agradarme más, confiad más. Si queréis agradarme inmensamente, confiad inmensamente en mi. Según sea vuestra fe, así serán las cosas que os sucederán. Nada es imposible para quien tiene fe.
Nosotros queremos confiar inmensamente en ti. Por los méritos de tu infancia, ayúdanos a llevar una vida santa. Perdónanos nuestras culpas, líbranos de los castigos que merecemos por nuestros pecados, y de todos los peligros para el alma y el cuerpo; concédenos aquellos favores que más estamos necesitando, y después de una vida llena de paz, de alegría y de buenas obras, llévanos a la gloria del paraíso, donde con el Padre, y el Espíritu Santo, vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
Jesús, José y María, -bendice nuestros hogares
Jesús, José y María, -libradnos de todo mal
Jesús, José y María, -salvad nuestras almas. Amén. Aleluya.
Jesús manso y humilde de corazón, haz nuestro corazón semejante al
tuyo.
En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
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